Uno de los procesos que más revolucionó la logística y la distribución, fue sin duda alguna la implementación de los Códigos de Barras. Antes de este revolucionario invento el proceso de comercialización, transportación y distribución de los productos parecía un trabajo de nunca acabar. Imaginemos como sería ir a hacer el súper de la semana en un día de pago y que tuvieran que teclear de memoria el precio de cada artículo, es algo que ya no esta dentro de nuestras prácticas diarias; pero detrás del comercio como lo conocemos hoy, existe un grupo de gente que trabaja 24/7 para que esos productos estén donde estén.
Pero, ¿Qué tiene que hacer el Código de Barra en la Logística y la Distribución?
En cualquier proyecto logístico existen 2 procesos diferentes:
- El proceso que involucra del cliente final hacia atrás (logística inversa)
- El proceso que viene desde los fabricantes/proveedores hacia el cliente final (cadena de suministro)
Uno de los principales problemas en este punto es la comunicación; la conexión entre la parte administrativa vs la parte operaria del proceso logístico, es habitual que hayan discrepancias entre ambos, lo que finalmente genera diferencias de stock, errores en las entregas, etc.
Desde la invención del Código de Barras en el año 1952, se ha ido trabajando en la definición de estándares (lo que permite, por ejemplo que un mismo almacén pueda vender artículos de miles de fabricantes diferentes, identificándolos solo por un Código de Barras). A lo largo de los años han nacido, muchos tipos de códigos de barras adaptados para identificar diferentes necesidades en el almacenaje, distribución y comercialización de los productos algunos de ellos pueden ser: EAN, UPC, Code 128.
Dejando de lado los códigos establecidos para la distribución comercial. Las empresas de transporte y logística han optado por implementar un tipo de código interno para darle seguimiento a sus procesos con base a la necesidad de obtener información de los productos a almacenar.
Sabemos que además de los códigos de barra de 1 dimensión que suelen ser los mas comunes en el ámbito comercial, también existen los códigos de barra de 2 dimensiones o QR que pueden almacenar hasta los datos de un packing list, por ejemplo.
En el código de barras se puede incluir: Número de referencia de un artículo, número único de una expedición, código postal del destinatario, etc. Basándose en la utilización que se le vaya a dar al código de barras, deberemos elegir un tipo compatible.
Pensemos que en empresas de transporte o mensajería, la clasificación de los paquetes se hace mediante un sistema automático que identifica el destino del envío en base a la lectura del Código de Barras y que tienen un rendimiento de entre 1000 y 5000 paquetes por hora. A tal velocidad el tamaño del Código de Barras ha de ser suficiente para garantizar que la lectura sea correcta.
Si el operador de transporte incluye solamente el código postal de destino, la máquina podrá clasificar por lugar de entrega. Si en vez de ello ( o además) incluye el número de expedición, el clasificador podrá además proceder al pesado dinámico y cubicaje de cada caja, lo cual evitará muchas horas hombre y reducirá los errores que el cubicaje y pesado implican.
Volviendo a la introducción en la que indicamos los procesos de comunicación entre las áreas administrativa y operativa, la información, mediante la utilización de sistemas; en cada lectura del código de barras de cada caja o unidad logística ( a la descarga, en la clasificación , a la carga del vehículo, al hacer un picking, etc.) nos permite incorporar la situación del envío en el sistema de información, por lo que uno de los logros más importantes es la integración en los puntos de lectura entre el los procesos físicos y el flujo de información. Si además incorporamos una base de datos, los puntos de lectura que tendremos proporcionarán información importante al sistema de Seguimiento de expediciones ( Track & Trace) que en algunos casos podemos hacer partícipe a nuestros clientes dando un valor añadido de información y servicio con una mínima intervención humana.
Todo ello con la combinación de múltiples controles automáticos y de software.